domingo, 22 de abril de 2012

Rituales, mitos y ceremonias



Los sumerios fueron los primeros en escribir sobre sus creencias, religión y astrología; aunque esto no implica que no hubiera tomado costumbres y ritos de otros pueblos. Los sumerios veían los movimientos a su alrededor como la magia de los espíritus, magia que era la única explicación que tenían de cómo funcionaban las cosas. Estos espíritus eran sus dioses. Creían que los dioses controlaban el pasado y el futuro, así como la revelación a los hombres sobre las habilidades que poseían, ellos les proporcionaban todo lo que necesitaban saber. 
Cada uno de estos dioses sumerios era asociado a ciudades diferentes y la importancia religiosa a ellos atribuida se intensificaba o caía dependiendo del poder político de la ciudad. 
Según la tradición sumeria, los dioses crearon al ser humana a partir del barro con el propósito de que ellos les sirvieran. Los dioses expresaban sus enojos y frustraciones a través de terremotos o catástrofes naturales, la esencia principal de toda la humanidad es de que tienen que estar al servicio de ellos. 

Los sumerios probablemente hayan cavado en la tierra unos metros y encontrado agua. Ellos creían que la tierra era un gran disco flotando en el mar. Llamaron a ese mar Nammu y pensaban que había estado desde siempre en el tiempo. Creían que él había creado los peces, los pájaros, cerdos salvajes y otras criaturas que aparecieron en las tierras pantanosas y húmedas; al igual que el cielo y la tierra. El cielo se había separado de la tierra, dando nacimiento al dios masculino An y la tierra, una diosa llamada Ki. Creían que Ki y An habían procreado un hijo llamado Enlil, que era la atmósfera, el viento y la tormenta. Creían que él separó el día de la noche y que había abierto una concha invisible dejando caer agua desde el cielo. Creían que junto con su madre y Ki, Enlil sentó las bases de la creación de las plantas, los humanos y otras criaturas, que hacía germinar las semillas y que había dado forma a la humanidad a partir de la arcilla, impregnándola.
El universo consistía en un disco plano cerrado por una cúpula de latón. La vida después de la muerte implicaba un descenso al vil submundo, donde se pasaba la eternidad en una existencia deplorable, en una especie de infierno.
Creían que los cultivos crecían porque un dios masculino se estaba apareando con su esposa diosa. Ellos veían los meses húmedos y calurosos del verano, cuando los campos y praderas se teñían de marrón, como el momento de la muerte de los dioses. Cuando los campos florecían de nuevo en el otoño, creían que sus dioses resucitaban. Marcaron a éste, como el comienzo del año, que era celebrado en sus templos con música y cantos.
Rituales.
Una costumbre muy extendida en Sumeria fue la adivinación. Esta práctica podía realizarse en varías formas: “Predecían el futuro” mediante el examen de las vísceras de un animal sacrificado: el hígado de un cordero o de un cabrío, por ejemplo, era considerado la imagen del dios consultado. También realizaban presagios observando la forma de las nubes y el movimiento de los astros. Se los considera los inventores del horóscopo: adivinación del porvenir de las personas de acuerdo con la fecha de nacimiento y la posición de las estrellas en el cielo.
Los ritos religiosos sumerios estaban muy relacionados con la muerte (incluían sacrificios humanos), pero también con el sexo, transunto de la fertilidad. Muchos de sus textos alcanzan un elevado grado de sensualidad explícita. Es habitual que creación y fertilidad formen una pareja indisoluble. A su vez, existe una relación biunívoca entre fertilidad, por una lado y sexo y agua, por otro. La fertilidad animal depende del sexo como mecanismo de reproducción; la vegetal es función del agua, especialmente en culturas agrícolas primitivas. Por esta razón los símbolos del complejo Inanna son conjuntamente la araña y el pez (además del escorpión). La araña crea un universo geométrico, ordenado, a partir de sí misma, extrayendo hebras de seda de su propio cuerpo y formando estructuras de una maravillosa perfección. El pez representa el agua, el elemento esencial para la obtención de la cosecha. Inanna/Ishtar es además de Gran Madre y diosa de fertilidad, tejedora del destino, en el que quedan entrelazados los hombres.

Entre las variadas ceremonias rituales encontramos:
Procesiones (caminando, en embarcaciones o en carruajes) presididas por las figuras de los dioses; fiestas estacionales, ágapes (con numerosos comensales, bandas musicales); y consulta a los oráculos.

En cuanto a los templos, consistían en una nave central con corredores en ambos lados, flanqueados por aposentos para los sacerdotes. En una de las puntas del corredor se encontraba un púlpito y una plataforma construida con ladrillos de barro, usada para sacrificios animales y vegetales.
Los graneros y depósitos generalmente se localizaban en la proximidad de los templos. Más tarde, los sumerios comenzaron a construir sus templos en la cima de las colinas artificiales, terraplenadas y multifacetadas: esos templos especiales se llamaban zigurats.
Los sumerios fueron precursores de muchas conceptos religiosos, sagas cosmogónicas y relatos que luego aparecieron recogidas por otros pueblos mesopotámicos y regiones vecinas  Entre ellas podemos citar: la creación del mundo, la separación de las aguas primordiales, la formación del hombre con arcilla o las ideas del paraíso y el  Diluvio Universal. Escritos de V. Scheil y S.N. Kramer, consideran la creación de Eva a partír de la costilla de Adán como un mito sumerio, ya que en sumerio, las palabras "hacer vivir" y "costilla" se escribían igual: ti. También la idea de la resurrección de los muertos, atribuida a innumerables religiones, aparece en Sumer por primera vez

Diosa Inanna:

Zigurat:


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